Relato / Un pacifico atardecer

La Unión (Valle del Cauca) @stagnofotografia

Todo viaje inicia en algún punto – Me dije motivado –  Durante mi camino hacia la  enorme colina que se alzaba ante todo el pueblo; los locales contaban que allá arriba, encuentras la paz que no consigues en ningún otro lugar, haciéndote ver todo desde cierta perspectiva, como si tu vida se reflejara ante tus ojos y, en efecto, recordé que fue un lunes cuando me enteré que se había ido.

Ese día me convertí en un niño asustado cuyos peores temores se habían hecho realidad; estaba lleno de ira junto con una gran cantidad de sentimientos que nadie entendía ni mucho menos yo, todos se mantenían ocupados en lo suyo, olvidando que necesitaba ayuda para comprender esto que me cambiaba. Mentí como nunca y adopte un papel lo suficientemente rudo como para no permitir que otra cosa pudiera hacerme daño, me escondí del mundo, pero por mucho que lo intentase, en las noches me encontraba nuevamente indefenso.  A medida que subía el montículo me daba cuenta que las memorias se hacían constantes, tan reales que podía volver a experimentarlas.

Confronte a Dios muchas veces, incluso le declaré la guerra con el fin de que contestara, pero jamás respondió a mi llamado. Los meses se convirtieron en años rápidamente, el mundo me fue moldeando como pretendía, perdiendo lo que me hacia especial de los demás. Muchas trataron de reemplazar ese amor, me veían como algo que podían reparar, pero solo encontraba o llegaban personas vacías que hacían más daño del que realmente sanaban.

Pero… también tuve culpa – Dije como si mi antiguo yo pudiera escucharme – Mientras quedaba sin aire a causa de la altura, en la colina.  Recordé que en ese momento empecé a darme cuenta que había fallado, me deje llevar por personas que me alejaron más de lo que se suponía que debía llegar a ser; fracasé, pero también porque yo mismo no sabía quién era realmente, estaba ciego y no de mi cuenta de lo que hacía. Logre dar el primer paso, por una vez en mucho tiempo me hice responsable de mis actos, pero todavía estaba solo, no porque no hubiese nadie, sino porque los aparte al engañarme a mí mismo pensando que serian como los demás.

Había caído entonces, pero me aferre para poder levantarme, de la misma manera en que me aferraba para llegar a la cima del cerro. Ahí un inesperado golpe había tocado mi puerta, finalmente habían respondido a mi llamado; Era Dios (de eso estaba completamente seguro) había dejado un regalo ahí delante de mí, perplejo en un principio no supe que hacer, pero no supondría un reemplazo ni mucho menos, se trataba de una segunda oportunidad, para con ello volver a sentir y amar nuevamente.

Logré llegar a la punta de la colina, todas las cargas que llevaba conmigo se hicieron tan livianas que podían irse con el simple viento;  quede pasmado al observar el enorme paisaje, las montañas que me rodeaban y un atardecer que vibraba tanto que llegaba a mi corazón. Comprendí que era feliz, que la paz sin duda podía encontrarse a esa altura y que finalmente ese capítulo en mi vida cerró.

Mom.

Mamá, he pasado por tanto en esta década, fuiste quien creyó originalmente en mi cuando solo escribía disparates en una hoja de papel; esta historia que realmente ocurrió, celebra por ti, porque logré heredar tu fuerza para continuar el camino por mas difícil que pareciese, siempre estarás presente siendo parte de mi y mientras yo viva, tu sonrisa inmortal permanecerá aquí en la tierra.




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